Dejemos que la música retumbe en nuestros oidos,
bailar hasta no poder más, que los pies no puedan, pero qe tu cuerpo te pida más.
Y de repentes le ves, aquel chico con que tantas conversaciones has tenido
aquellas risas, bromas, reflejadas, a un simple metro de distancia, extraño , extraño creertelo, fácil de vivirlo.
Simplemente quieres abrazarle, darle gracias por todo y por nada, por estar simplemente alli, por acordarte de él en los malos momentos, esos momentos en los que mas ansiabas su compañía y ahi estaba él, simplemente a tu lado, simplemente disfrutando y pidiendo que jamás de los jamases te falte, te falle.
Gracias por enseñarme a reir a los problemas de la vida, a que todo pasa, a que después de la tempestad llega la calma.
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